-- Agonía --
Cuando terminan las clases, la universidad entra en un letargo del que pareciera
jamás va a despertar. Caminar por los pasillos, ingresar a las salas que quedan abiertas,
o deambular por los jardines se siente como caminar por una ciudad abandonada.
Entrar a un calabozo del fuerte de Mancera, en Valdivia, o a un burdel de la ciudad
romana de Pompeya se siente similar: si uno guarda suficiente silencio, las voces
de quienes estuvieron allí parecen de pronto cobrar vida en los oídos de quien pase
por esos lugares vacíos. Una agonía de mentes impacientes se respira en el ambiente.
-- Dos brazos --
Leí hace unos días que el río Mapocho solía tener dos brazos. El primero sigue por el curso actual,
Cuando terminan las clases, la universidad entra en un letargo del que pareciera
jamás va a despertar. Caminar por los pasillos, ingresar a las salas que quedan abiertas,
o deambular por los jardines se siente como caminar por una ciudad abandonada.
Entrar a un calabozo del fuerte de Mancera, en Valdivia, o a un burdel de la ciudad
romana de Pompeya se siente similar: si uno guarda suficiente silencio, las voces
de quienes estuvieron allí parecen de pronto cobrar vida en los oídos de quien pase
por esos lugares vacíos. Una agonía de mentes impacientes se respira en el ambiente.
-- Dos brazos --
Leí hace unos días que el río Mapocho solía tener dos brazos. El primero sigue por el curso actual,
el segundo, hoy desaparecido, corría por la actual Alameda. El caudal de este antiguo brazo de río es
hoy en día la masa de gente y vehículos que fluye, río arriba, río abajo. Las gotas de agua de este nuevo río
parecen querer fluir río arriba, contra la corriente, en lugar de bajar desde la cordillera. Este río
ya no es un río. Es un montón de gotas de agua peleando por llegar a la montaña, luchando por escapar del valle.
-- Migración --
Hoy en día todos usan celulares. Incluso ese joven que espera frente al semáforo, que mira de reojo a los otros conductores esperando la luz verde. Está principalmente concentrado en su llamada y no parece prestar atención a su compañero de viaje, que se ve inquieto. Siendo las siete y cuarenta de la tarde, en un tradicional atochamiento vehicular de verano, el joven concentrado en su llamada sostiene con cierta dificultad el equilibrio montando a pelo a su inquieto compañero. No le es fácil mantener tranquilo al equino, sosteniendo un celular, rodeado de tantos rugientes caballos de fuerza.
-- 100 caracteres --
Apurado, cruza, sin ver la moto venir. Resbala y cae en medio de la calle. La moto pasa a su lado.
-- Migración --
Hoy en día todos usan celulares. Incluso ese joven que espera frente al semáforo, que mira de reojo a los otros conductores esperando la luz verde. Está principalmente concentrado en su llamada y no parece prestar atención a su compañero de viaje, que se ve inquieto. Siendo las siete y cuarenta de la tarde, en un tradicional atochamiento vehicular de verano, el joven concentrado en su llamada sostiene con cierta dificultad el equilibrio montando a pelo a su inquieto compañero. No le es fácil mantener tranquilo al equino, sosteniendo un celular, rodeado de tantos rugientes caballos de fuerza.
-- 100 caracteres --
Apurado, cruza, sin ver la moto venir. Resbala y cae en medio de la calle. La moto pasa a su lado.
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