Mis vacaciones en la clínica Puerto Montt

Me siento tan bien ahora que me cuesta creer lo mal que estuve hace tan sólo un par de meses cuando me intoxiqué comiendo unas lentejas. A la mayoría de quienes han sabido de mi viaje por el inframundo que representaron mis tres días con suero, vomitando y con diarrea en la clínica Puerto Montt, les sorprende saber que me intoxiqué con lentejas y no con mariscos. Lo que a mí me sorprendió más aún fue conocer esta joyita, este maravilloso registro fotográfico de aquéllos días casi vacacionales en la Clínica Puerto Montt, génesis y aviso irrefutable del cambio que se suscitó en mi vida apenas unas semanas después.



Recuerdo el momento exacto en que comenzó el dolor de estómago y los vómitos en el baño de la empresa donde trabajaba, para mis adentros pensé: "debo vomitar esto y así se me pasará en un rato". Luego de hora y media vomitando y con diarrea comprendí que la cosa era más seria, pero después de cinco días ya el malestar había pasado más o menos bien, a pesar que adicionalment mantuve un régimen de comidas estricto que por una semana adicional. Pero en resumidas cuentas, lo que debía vomitar era mi estilo de vida que llevaba hasta ese momento. Sin duda, las cosas han mejorado en mi vida desde esos días y ver el inicio de este proceso no deja de sorprenderme.