Celebración de Semana Santa

Bueno, ya les conté en un post anterior que soy agnóstico, pero como mis mejores amigos en Pittsburgh son católicos ( además de apostólico-romanos), acepté gustoso su invitación para almorzar este pasado domingo 12 de abril.

Lo que más duró fue la sobremesa. Empezamos a almorzar tipín 2 y tanto PM, pero terminamos el evento como a las 6 y media PM. La gran mayoría de los temas giró en torno a las comida (felicitaciones Marcela, quedó rica la carne), a las típicas tallas (como que yo siempre quedo con hambre, los doble-sentido, historias de encuentros y desencuentros con las policías de inmigración de diversos países, la conveniencia de comprarse un auto en los EEUU, entre otros).

Estuvo entrete la conversación, pero lo que más me quedó de ese día fue que más temprano, mientras mis amigos iban a misa, yo fui a comprar cosas para picar al mini-market de la Sunoco, una estación de servicio que queda como a cuadra y media de mi depto. El día estaba despejada, pero no hacía tanto calor, un viento frío obligaba a la gente a usar al menos un cortaviento. Yo, salí como un guerrero espartano en short y polera.

A un costado de la Sunoco hay un teléfono público y nunca había visto a nadie hablando ahí. Bueno, el domingo había una mujer, y estaba completamente cubierta por telas negras... probablemente era musulmana. La miré de reojo y por casualidad mi vista se cruzó con la de ella. Un pequeño corte en el tejido que cubría por completo su cabeza y cara le permitía ver. Se notó incómoda por la mirada, pero la verdad es que me sorprendió su reacción, ya que era casi imposible ver alguna parte de su cuerpo, cubierto por completo.

En fin, el contrapunto de saber que la mayoría de los católicos estaba a esa misma hora en la iglesia celebrando la resurrección de Jesús, de mí yendo a comprar relajadamento papas fritas y de una mujer hablando por teléfono público, luchando por ocultar su cuerpo por completo, me dejaron el típico vacío rotulado "qué extraño, esto debiera significar algo". No sé qué significa, ni me preocupa demasiado por el momento, sin embargo, la diversidad de lenguas, culturas y religiones que se experimenta en los EEUU sigue siendo uno de sus mayores atractivos.

PS: Lamentablemente, Fernando sacó la foto y no aparece en este post.