Las Cataratas del Niagara son un espectaculo de naturaleza magnífico. Ayer las visité junto con Andrea, Fernando, Marcela y Rodolfo. Fue un viaje cansador pero la recompensa alcanzó las expectativas. El viaje comenzó en Pittsburgh, siguiendo la ruta indicada por Google Maps hasta Niagara Falls.
Si bien me hubiese gustado visitar el lado canadiense, sin contar que las expectativas de varios del grupo eran "encontrar las cataratas dentro de un bosque o reserva forestal", mi opinión del lugar es más que positiva:
El tiempo nos acompañó. Un día soleado con calor incluído, probablemente uno de los últimos de este otoño que se torna en invierno. Conversación amena, aunque debo excluir a Fernando de este ítem ya que durmió más de la mitad del viaje.
Podría hacer un análisis jugador por jugador de el equipo, pero se tornaría muy largo. Basta decir que Rodolfo manejó el tramo de ida y el de vuelta (ergo, premio a la resitencia), Andrea como copiloto indicó con gran precisón las salidas, giros y cambios de vía, Marcela acompañó conservó siempre la calma, ordenando tema y tono de conversaciones, yo canté desde el soundtrack de Heidi hasta los más grandes éxitos de Leonardo Fabio y, el mejor jugador del equipo fue Fernando. Su certera planificación nos salvó del hambre al llevar los mejores sandwiches, galletas y yogures que los Estados Unidos de America pudiesen ofrecer.
Si tiramos la raya para calcular la suma, verán que fue un viaje catalogable dentro de los diez mejores viajes "con una duración menor a un día en un país de América del Norte en la estación otoñal de este 2008 que Denis ha realizado".
Saludos, contertulios de viaje y lectores.
No comments:
Post a Comment