Cuando no hay nada qué decir, es mejor no escribir o no llamar o no decir. Lo que tengo que decir es eso. Por que a veces te empecinas en llamar para hablar siendo que en realidad no tienes nada que decir. Sólo quieres escuchar, aunque esté al otro extremo del cable telefónico, para sentir su respiración, para sentir el timbre de su voz. Pero si no tienes nada que decir, mejor no llames, no digas, no escribas.
Jodorowsky dice: "Cuando debas elegir entre hacer y no hacer, siempre elige hacer. Si te equivocas, al menos te queda la experiencia". Pero si la experiencia es cortarte un trozo de ego, orgullo, confianza o cordura, entonces mejor no seguir este consejo. Recuerden.
1 comment:
Qué onda, parrita? Involucionando a un estado preadolescente? No te habrá hecho mal la arrejuntá de excompañeros de curso?
Si querís llamar(la), lláma(la). Sea quien sea.
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